Existe una gran posibilidad de que nunca hayas escuchado hablar de la espondilitis anquilosante, comúnmente conocida como artritis inflamatoria de la columna vertebral. De hecho, la gran mayoría no sabe lo que es. Sin embargo, el hecho de no conocer el término no significa que vivir con EspAax sea menos doloroso o que la vía para sentirse mejor sea menos real. Estas condiciones son bestias que, una vez atrapadas, pueden ser domadas.
La espondiloartritis axial es una artritis inflamatoria de la columna vertebral ocasionada por dos condiciones mal diagnosticadas: Espondiloartritis axial no radiográfica (EspAax-nr) y Espondilitis Anquilosante (EA). Se desconoce qué causa la inflamación, pero, cuando ocurre dentro de las articulaciones y las vértebras de la columna, ocasiona dolor de espalda baja, rigidez, fatiga y movilidad limitada. Si no se trata a tiempo, la EA puede ocasionar daños irreversibles e incluso la fusión de articulaciones y vértebras de la columna.
Cabe mencionar que la espondiloartritis axial afecta a hombres y mujeres indiferentemente: EA es más propenso a afectar a los hombres, mientras que la EAser es más propenso afectar a mujeres. Los hombres con EA son más propensos a padecer síntomas en la espalda y en la espina dorsal, mientras que las mujeres con EA son más propensas a tener dolor en la cadera el cuello y las rodillas. Esto no significa que los hombres no puedan desarrollar EAser y que las mujeres no puedan desarrollar EA. De hecho, sí puede suceder, y vivir con cualquiera de estas condiciones puede conllevar un terrible dolor.
La EspAax es un tipo de artritis inflamatoria en la columna vertebral que por lo general ocasiona rigidez, fatiga y movilidad limitada. Aunque estos síntomas pueden aparecer en un principio en la espalda baja, por lo general afectan a otras partes del cuerpo, incluyendo caderas, hombros, rodillas, talones, glúteos y muslos. A medida que progresa la enfermedad, es posible que el dolor y la rigidez lleguen hasta el cuello.
Fatiga y problemas para dormir.
Dolor, rigidez y movilidad limitada en la espalda baja que empeora en la mañana o en la noche.
Dolor que afecta otras áreas del cuerpo, incluyendo caderas, hombros, rodillas, talones, glúteos, muslos y cuello.
Inflamación.
Es difícil diagnosticar la EspAax y muchas personas viven con ella durante años antes de que un reumatólogo emita un diagnóstico oficial. Un reumatólogo por lo general observará como la inflamación está afectando no sólo partes del cuerpo que sufren dolor sino también como la inflamación está afectando al resto del cuerpo. Para emitir un diagnóstico, un reumatólogo verá el historial del paciente y quizá lleve a cabo una variedad de pruebas, incluyendo pruebas físicas, de imágenes y de laboratorio.
Un reumatólogo revisará signos de inflamación, dolor y sensibilidad en todo el cuerpo, y es posible que evalúe tu rango de movimiento y te pida que lleves a cabo ciertas tareas físicas o realices ciertos movimientos.
Los rayos X, las resonancias, las tomografías y los ultrasonidos pueden revelar signos de daño en articulaciones o inflamación dentro del cuerpo que indiquen la presencia de espondiloartritis axial. Sin embargo, es posible que la EAser no aparezca en una prueba de rayos X.
Aunque la causa exacta aún sigue siendo desconocida, se cree que una proteína específica llamada HLA-B27 desempeña un papel importante en la EAser. También es posible tener EAser y que la prueba no salga positiva en proteína HLA-B27. Las muestras de sangre pueden determinar si uno es portador de la proteína HLA-B27 y se pueden usar para revisar los niveles de proteína C reactiva (PCR). Una prueba de proteína C reactiva mide el nivel de ésta en la sangre. Niveles altos de PCR pueden ser una señal de inflamación o de otros desórdenes. Estas pruebas también pueden descartar otras condiciones o enfermedades.
Ambas condiciones presentan síntomas similares—como dolor de espalda, fatiga y movilidad limitada—pero la principal diferencia es que la fusión o el daño espinal causado por la espondilitis anquilosante (EA) aparecerá en los rayos X, mientras que en la espondiloartritis axial sin evidencia radiográfica (EAser) no aparecerá un daño definitivo.
En algún momento se creyó que los hombres eran más propensos que las mujeres a padecer EA y EAser, pero debido a que los síntomas pueden ser distintos y no se buscan con frecuencia en mujeres, es posible que la proporción de hombre y mujer no sea tan alta como alguna vez se pensaba.
Incluso cuando el daño ocasionado por EAser no aparezca en los rayos X, la gente con esta condición sigue corriendo riesgo de presentar daño a largo plazo. De hecho, hasta el 50% de los casos de EAser corren riesgo de convertirse en EA, que puede causar fusión espinal irreversible.
Un reumatólogo entenderá los tipos de pruebas necesarias para diagnosticar adecuadamente EAx y EA. Encuentra a uno en tu área.
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Vigencia: Noviembre 2022